lunes, 26 de septiembre de 2011

Turismo gastronómico en España

¿Alguien duda del poder de atracción de un pulgo a feira? ¿Cuál es una de las primeras palabras que cualquier “guiri” aprende en español? Paeiiiiiiia. ¿Quién se resiste al “pescaíto frito”, a los espárragos de Navarra, a los calçots? ¿Cómo no dejarse guiar por los viñedos de Rioja?

La gastronomía española es uno de los mayores atractivos que traen a esta tierra a muchos de los millones de turistas que llegan cada año. Según el secretario general de Turismo y Comercio Interior, Joan Mesquida, en la inauguración de la Jornada ‘Turistas, turismo y vino’, ese porcentaje llega al 10%.


Creo que si contamos el mercado interno, ese porcentaje es muy superior. Para los propios españoles el turismo gastronómico es una costumbre arraigada. Visitar un lugar es conocer sus sabores, trasladarse para probar el plato tradicional, seguir las populares ferias gastronómicas, son hábitos muy comunes entre el viajero español dentro de su propio país.

Hablando de gastronomía de alta escuela, es innegable lo mucho que hacen figuras como los grandes cocineros “internacionalizados” por atraer la mirada hacia la mesa española. La de vanguardia. Porque la gastronomía de toda la vida ha sido siempre motivo de admiración aunque no suficientemente valorada como “herramienta promocional”. Tal vez porque fue formando, poco a poco, bocado a bocado, ese suelo fértil sobre el cual levantar una fama de alta escuela. Ya se sabía en el mundo que en España se come bien y llegó el momento de darle una vuelta de tuerca y hacerla entrar en el siglo XXI.

La tortilla, una plato de gambas, la imbatible paella, los chuletones o pescados han estado siempre en boca de los viajeros (nunca mejor dicho) que al regresar a casa (en Edimburgo, Munich, Osaka o Pittsburg) no se cansan de recomendarlos.

Para el visitante latinoamericano, la gastronomía española tiene un significado especial. No es “algo exótico”, sabores “a descubrir”. Por el contrario, nos son familiares. Como en muchos aspectos de la visita, se siente como algo propio. La herencia ha hecho que nos criáramos comiendo fabada, tortilla o callos (no importa el nombre local) en los puntos más discímiles de América.

La gastronomía española encierra muchísimas variantes, tan rica como sus mil rincones, tan particular y sabrosa como los mil productos de esta tierra. Ha sabido aceptar y adaptar los sabores traídos de América, y es identificable en cualquier rincón.

El manejo del pescado, de las legumbres o la forma de servirlos, es típicamente española. La famosa “dieta mediterránea” hace compartir ciertos ingredientes con otras cocinas como la griega, la italiana o la de la costa sur francesa. Sin embargo, la experiencia de la tapa, del chiringuito, de una “venta” en el camino… es española.

Y es aquí donde, en el vídeo promocional de “Spain’s gastronomy” extraño una mayor presencia de la cocina de calle, de playa, de tierra adentro. Esos platos de cuchara tan tradicionales, esas mesas generosas de restaurantes sin estrellas Michelin ni renombre internacional, pero que día a día sacian el hambre de algo nuevo de cientos de miles de turistas en cada playa y pueblo español.

Cada dia que pasa, me siento más inclinada a tratar estos temas. Las modalidades de viaje que se adaptan como un guante a mis tiempos, a mis ganas de disfrutar despacio, de saborear lugares y encuentros. Y como dicen que las cosas no vienen solas (ni las buenas, ni las otras), hace un par de semanas me ofrecieron escribir una serie de posts sobre enoturismo en España, una modalidad sin dudas emparejada con el turismo gastronómico.

Si les interesa leer los posts que voy publicando, los pueden encontrar en Directo al Paladar.

Volviendo a los datos aportados por el Secretario de Turismo, me serán de mucha ayuda cuando participe en los próximos días de una mesa que hablará del tema.

Gracias a una gentil invitación de Reyno Gourmet para participar en una mesa de debate dentro del programa de Gastronav 2011, el II Encuentro de Bloggers Gastronómicos. La cita será los días 3 y 4 de junio en Estella, Navarra, tierra de sabores e historia y que me encantará pisar por primera vez (y que seguramente no será la última).

El tema de la mesa será, justamente, el Turismo Gastronómico y hay mucho por hablar, por pensar juntos. Una tendencia que es ya una realidad,d esde hace mucho en España y en muchos otros destinos de primer nivel pero que creo que aquí falta aún explotar en su conjunto. Esperemos aportar nuestro granito de arena para que la charla nos sirva a todos.

Gracias a José Luis Orihuela que ofició de atento “enlace” para que unos y otros nos pusiéramos en contacto.

Fuente: http://www.elproximoviaje.com/2011/05/05/turismo-gastronomico-en-espana/